NUESTRAS CARRETERAS EN EL BICENTENARIO
El balance vial, al bicentenario de la Batalla de Ayacucho, nos coge con las carreteras que unen a la capital regional con otros centros urbanos y mercados cercanos, en muy malas condiciones.
Vía “Los Libertadores” abandonada a su suerte.
La Vía de los Libertadores se encuentra abandonada. Sin mantenimiento permanente, su estado desastroso, afecta al transporte de carga y pasajeros, perjudicando al comercio y turismo.
No es una carretera departamental y menos local. Según el director regional de Transporte, Ing. Beltrán Barzola, la zona crítica se ubica entre las alturas de Huaytará hasta la propia ciudad de Ayacucho, en un total de 183 kilómetros. El gobierno regional ha solicitado, asumir la responsabilidad, sin embargo, este resulta siendo imposible, dado que la carretera, junto a otros en toda la longitudinal de la sierra central se encuentra en proceso de concesión. Y en este caso, el mantenimiento de la vía se encuentra en situación de arbitraje y, mientras tanto, todo se encuentra paralizado.
Esta situación lamentable, ha dado lugar inclusive al cierre del peaje en el sector de Socos, como no podía ser de otra manera.
Concluir la carretera Ayacucho – VRAEM
El asfaltado de la carretera fue una larga demanda. El proceso constructivo estuvo en marcha, hasta que un atentado subversivo paralizó todo hacia el año 2007. Desde entonces, la carretera quedó en el lugar de Challhuamayo, con trechos hasta Rosario. Luego, todo sigue igual. 16 años más tarde, la historia sigue igual.
Fortalecer la unidad de Huamanga – Andahuaylas
Se podría decir, la vía de articulación interregional Ayacucho – Apurímac – Cuzco en mejores condiciones, pero con un deterioro que puede ser próximo a ponerlo en estado crítico. La diaria circulación de aproximadamente 70 vehículos de alto tonelaje, que trasladan minerales desde Andahuaylas al puerto de Pisco, sin ningún control de peso, la está deteriorando de manera sostenida.
Ayacucho – Huancayo, el sendero de la muerte, abandonado.
La carretera que está en peores condiciones, es la que une Ayacucho con Huancayo. Cumple este año un siglo de su inauguración y fue hasta 1974 la única vía de comunicación con Lima. Bautizada por el senador Alberto Arca Parró como el “sendero de la muerte”, está totalmente abandonada. Forma parte de la carretera longitudinal de la sierra en el tramo Huancayo – Ayacucho. Está pavimentada con dos carriles en sus extremos: Ayacucho – Mayocc, y Huancayo – Izcuchaca. Falta pavimentar 117 kilómetros entre Mayocc – Izcuchaca, que tiene una bicapa totalmente destrozada, llena de cruces y el olor aun fresco del accidente de la Empresa Molina en el mes de noviembre del año 2023. Por la vía transita un aproximado de 80 inmensos tráileres que transporta principalmente cemento con destino a Ayacucho, el VRAE, Andahuaylas, en una carretera sin condiciones para el tránsito de alto tonelaje, constituyendo un grave peligro para todo transporte en autos, camionetas, buses. Transporte que debe ser prohibido teniendo carreteras alternas como Pampas y Churcampa. La vía que en gran parte es de un solo carril.
Puquio – Coracora, igualmente en abandono
La vía de articulación más importante en el sur de Ayacucho, es la carretera que une Puquio, Coracora, Pausa, cuya prolongación permite salir por la Unión, Chuquibamba, hacia Arequipa y todo el sur del país. La situación es de abandono completo y el tránsito vehicular es toda una odisea.
Ayacucho. Huanta, en igual suerte
Si algo podemos mostrar en signos positivos en la ruta Ayacucho – Huanta, es el trecho entre Huayllapampa y Huanta, el resto igualmente ignorado y a su suerte y cada vez mayor a la proximidad de la ciudad de Ayacucho.
Son nuestras vías al Bicentenario
Se trata de vías nacionales y el gobierno regional y los gobiernos locales, pueden decir y lo dicen que no es su competencia, situación que en verdad lo es. Sin embargo, son las autoridades regionales y locales, que tienen que garantizar que las entidades nacionales cumplan su competencia.
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