UN BICENTENARIO, CON OPORTUNIDADES PERDIDAS

octubre 16, 2024

26/09/2024

Poco más de dos meses y estamos en el acontecimiento de mayor importancia para los ayacuchanos, los peruanos, los latinoamericanos. Se trata de la batalla final, reconocida hace cuatro años por el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), como un hito histórico fundamental para la independencia del Perú y de las Américas. La declaratoria fue a pedido de la representación peruana, cuando era ministro de cultura, Alejandro Neyra, también diplomático de carrera.

La solicitud, trasladada por el ministro a la diplomacia peruana, se hizo desde Ayacucho, en el propósito de encontrar en el escenario de la batalla, no sólo la declaratoria como Santuario Histórico del Perú, sino de toda Latinoamérica. No se pudo alcanzar tal declaración, sin embargo, se ratificaba la connotación americana del hecho histórico, que podía hacer de la pampa, UN GRAN CENTRO DE LA CULTURA LATINOAMERICANA, dentro de una ciudadela con representación de delegaciones diplomáticas e inclusive militares de los países participantes en el proceso de la independencia. La maqueta inclusive se mostró por años en el Ministerio de Cultura.

De igual manera, se diseñó dentro del Plan Waytariy para Ayacucho, que significaba la priorización de Ayacucho en su connotación cultural e histórica, el gran PARQUE DEL BICENTENARIO. Fue al inicio el único parque emblemático en todo el país, sin embargo, al transcurso de los años, se anunciaron parques bicentenario en todas las regiones del Perú. El parque de Ayacucho, tenía un presupuesto de aproximadamente 30 millones y se construiría en todo el espacio del Cerro Acuchimay, superando inclusive los eternos problemas limítrofes entre San Juan y Carmen Alto. Finalmente, nada salió.

¿Qué pasó para toda esta historia fallida con Ayacucho? Indudablemente la crisis política que sacudió el país, que cambiaba no sólo de ministros de cultura en un ciclo no mayor de dos o tres meses, sino también la trascendencia y la visión bicentenario de nuestras autoridades y el soporte social. Las pocas iniciativas existentes, fueron prácticamente aisladas, aunque meritoriamente podríamos decir, se lograron el reconocimiento de la Batalla de Secchapampa o la declaratoria de Basilio Auqui como héroe nacional, con la oposición de autoridades castrenses.

Felizmente, logramos la sede de los Juegos Bolivarianos especiales del 2024 y luego, casi por suerte del del 2025, compartido con la ciudad de Lima. Iniciativas que también nacieron desde la presencia de instituciones como la Cámara de Comercio y el Comité Cívico Bicentenario. Bolivarianos que solo son posibles en Ayacucho por el Bicentenario.

En este Bicentenario, es lo poco que se puede mostrar. La expectativa, sin embargo, es grande en el país y los países, que cualquier iniciativa podía resultar y puede aun resultar, como aquello que sugerimos, un Encuentro Latinoamericano de Universidades. Felizmente, hoy, se tiene en agenda, un Encuentro de Futbol por el Bicentenario en el Estadio Nacional; una gran feria de productores del Bicentenario, un Encuentro de empresarios ayacuchanos por el Bicentenario que abra lo que podría denominarse una especie de CADEs anuales a nivel regional.

Hay mucho por hacer. TODO ESTA EN NUESTRAS MANOS.