PUEBLOS ORIGINARIOS, A 200 AÑOS DE REPÚBLICA
Por Félix Rojas Orellana, antropólogo y docente universitario.
Desde la década de los 90’, los pueblos indígenas han ganado visibilidad pública, organizándose para definir y legitimar sus derechos. Este artículo analiza estas demandas y su trayectoria en América Latina, particularmente en el Perú.
Las primeras experiencias de participación indígena datan de los años 50, surgiendo de iniciativas vinculadas a ONGs y la Iglesia Católica, A mediados de los 80’, comenzó un proceso de fortalecimiento y visibilización gradual de la resistencia indígena, buscando sobre todo contribuir con la identidad de los pueblos indígenas.
Entre tanto, la lucha de los pueblos originarios en América Latina ha evolucionado significativamente a lo largo de las décadas. A través de la organización y la demanda de derechos, estas comunidades han logrado una mayor visibilidad y reconocimiento.
Significado de los Pueblos Originarios
Los pueblos originarios son comunidades que han habitado un territorio específico desde tiempos ancestrales, conservando sus culturas, tradiciones y formas de organización social distintivas. Estos pueblos, que ocupan territorios desde épocas anteriores a la formación de los estados nacionales, han preservado su cultura y tradición.
En el contexto peruano, los pueblos indígenas u originarios, son reconocidos en la constitución de la república, así como su historia y el derecho a la consulta previa para toda actividad extractiva en sus territorios. Estos pueblos a menudo enfrentan desafíos en cuanto a la protección de sus derechos y la preservación de sus tierras y recursos. Esto ha llevado al reconocimiento y la implementación de mecanismos legales para salvaguardar sus intereses y garantizar su participación en las decisiones que los afectan.
El término “pueblos originarios” se ha difundido ampliamente en los estudios culturales, las cátedras universitarias y la prensa, donde se considera la manera políticamente correcta de referirse a las comunidades previamente denominadas “indígenas”.
Importancia Histórica y Cultural de los Pueblos Originarios
Los pueblos originarios, son descendientes de las primeras culturas que surgieron en las regiones, antes de la formación de los estados nacionales. Poseen una inmensa importancia histórica y cultural y a pesar de la discriminación y marginación, a la que han sido sometidos, han logrado sobrevivir y preservar su identidad.
Cada pueblo originario ha desarrollado su propia lengua, tradiciones y prácticas sociales a lo largo de miles de años, contribuyendo significativamente a la diversidad cultural del mundo. Su cultura, tan valiosa como cualquier otra, ha sido reconocida y legitimada por algunas políticas gubernamentales, permitiéndoles resurgir con más fuerza.
Los pueblos originarios mantienen una relación especial y sagrada con la tierra, que también es espiritual e involucra varios rituales. En la actualidad, están viviendo un momento de reivindicación histórica, luchando por sus derechos, valores e identidad cultural a pesar de haber sido víctimas de la colonización, el racismo y la explotación.
Pueblos originarios, problemas similares, entre andinos y Amazónicos.
Por lo general los problemas son los mismos, pero invisibilizados, en la generalidad de veces, en políticas que en nada los diferencia, sino que son parte de un mismo bolsón, que no toma en cuenta sus características sociales y culturales. Los problemas con mayor incidencia pueden enumerarse. Contaminación Ambiental, sobre todo en las cabeceras de cuenca, por las labores extractivas de empresas mineras, petroleras y gasíferas contamina el agua. Los pueblos originarios “saben que sin el agua o con el agua contaminada se mueren los animales y las plantas no crecen, pero para OEFA todo está normal”, señalan las autoridades, por ejemplo, de la comunidad de Taca. En la selva, los efectos de derrame de petróleo, no tiene de nunca acabar. La deforestación es cada vez mayor. El cambio climático y los problemas sociales, que los afectan, como la inseguridad, el tráfico de drogas, la pobreza, la desigualdad; la perdida de recurso hídricos, constituyen problemas, gran parte de ellos sin ninguna atención.
Presencia nacional y regional de los pueblos originarios en el Perú
En el Perú, se encuentran más de 55 comunidades indígenas, las cuales residen en más de 8.900 localidades. De estas comunidades, el 93% habita en la Amazonía y el 7% restante en los Andes. Según datos del Ministerio de Cultura, más de la mitad de estas comunidades están concentradas en las regiones de Loreto (18,3%), Puno (15,3%), Cusco (12,6%) y Ayacucho (8,1%). En términos poblacionales, fácilmente supera el 20% de acuerdo a la autoidentificación del último censo del 2017 Es importante destacar que aproximadamente un tercio de los pueblos indígenas de la Amazonía peruana aún no han recibido la titulación de sus tierras. Esta situación los deja en una posición de vulnerabilidad frente a terceros. Además, las reformas a la legislación forestal y de fauna silvestre en Perú podrían legalizar e incentivar el despojo de tierras de los pueblos indígenas, amenazando incluso su supervivencia física y cultural.
Las formas de organización que casi cumplieron su papel. La búsqueda de alguna forma de trascender
Las comunidades indígenas y nativas en Perú han adoptado diversas formas de organización a lo largo de la historia, particularmente en comunidades campesinas, que han asumido mucho del desarrollo de sus jurisdicciones con escuelas, puestos de salud, carreteras, otras obras de infraestructura, pero sin ningún apoyo directo del estado. Están, prácticamente, marginados. El estado impone ahora centros poblados con alcaldes, por encima de las propias comunidades, que se resisten a sucumbir.
Las organizaciones mayores de naturaleza gremial, prácticamente no los representan y viven gracias a la cooperación internacional que cada vez es menor, encontrándose prácticamente desguarnecidos en el ejercicio de sus derechos. Las organizaciones gremiales como la CCP, CNA, prácticamente cumplieron un papel reivindicativo, pero que hoy, ya no están a la altura de los tiempos. Otras organizaciones como movimientos, están constituidos por activistas que levantan banderas indígenas u originarios, tienen audiencia en foros internacionales, pero no son la representación social y política de estos pueblos.
La propuesta de un Parlamento de Pueblos Indígenas
La propuesta de un Parlamento de Pueblos Indígenas en el Perú, que ya se encuentra constituida en el PAI, resulta una propuesta interesante, que podría ganar la simpatía y la adhesión de las comunidades, que atraviesan diversos problemas en la misma comunidad, entre comunidades y con terceros, eventualmente el propio estado y las empresas principalmente extractivas.
El PAI, como se denomina el Parlamento de Pueblos Indígenas, está presidido por Ciro Gálvez – ex ministro de cultura- que reivindica, de forma permanente, desde el idioma hasta la vestimenta a los pueblos originarios. Sin embargo, requiere de una gran organización sostenida de representación, que debería estar en los llamados parlamentos regionales. No será una organización gremial, sino más bien una representación política y social, que puede aparecer como una alternativa viable, en un país que aún no cuenta con escaños reservados, para los pueblos originarios, como si lo tiene Colombia, Ecuador, Bolivia, por señalar algunos casos.
Minda Bustamante, investigadora y estudiosa de pueblos indígenas, que actualmente labora en Chile, señala que podría ser “una organización de naturaleza política que elija y fiscalice a los congresistas indígenas elegidos en los escaños reservados”.
Ayacucho, sede del primer Parlamento Regional: la experiencia de Sarhua
La comunidad de Sarhua en Ayacucho es reconocida por sus “Tablas de Sarhua”, obras de arte que relatan la vida cotidiana y la historia de su pueblo, incluidos los eventos durante el periodo de violencia política en Perú. Esta comunidad fue sede del primer Parlamento Regional indígena constituido en el Perú. El hecho es simbólicamente interesante, Ayacucho y Sarhua. Su incidencia puede crecer rápidamente hacia la zona centro, sur andino del Perú.
Se han elegido cuatro parlamentarios indígenas, 3 por el norte, centro y sur de Ayacucho y, un cuarto de representación de pueblos ashánincas y mashinguengas, que también existen en Ayacucho, pero que ni siquiera el Ministerio de Cultura los tiene registrados. Los organizadores señalan que ni instituciones como la Dirección Regional de Agricultura cuentan con una base de datos de pueblos indígenas y sus representantes. “Ha sido difícil construir y hoy, los presidentes de las comunidades tienen un grupo wasap. En Paucar del Sara Sara, el propio alcalde está incorporado en el grupo y han iniciado a trabajar juntos”, señalan.
Ahora esperan que la constitución de parlamentos regionales prosiga y se instale un gran Parlamento de Pueblos Indígenas del Perú.
La propuesta ya está. Se espera que vaya consolidándose, dado que, tras estos parlamentos regionales, se están constituyendo grupos de profesionales sobre todo abogados, para apoyar las demandas de los pueblos, particularmente en conflictos intercomunales, que resultan interminables. “El estado, no entiende estos problemas, vive de espaldas a la realidad”, señala el presidente de la comunidad de Huanca Sancos, Efraín Camana.
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