LIDERAZGO Y CONCERTACION EN LA UNSCH
Finalmente, el proceso electoral san cristobalino, llegó a su fin, con los resultados de la elección de las nuevas autoridades, que asumirán el cargo, todavía en el mes de agosto del próximo año 2025. Una larga espera para tener nuevas autoridades que despiertan, ciertamente, gran expectativa en la comunidad universitaria, para ver materializar las ofertas electorales puestos en conocimiento en casi una decena de debates que se llevaron a cabo entre los candidatos, primero entre los cinco de la primera vuelta y luego con los dos que pasaron a segunda vuelta.
Esta situación, afecta también la culminación de la actual gestión de la autoridad universitaria, que tiene, de todos modos, un referente de nuevas autoridades que no sólo miran, sino también, ya se encuentran prácticamente a sus marcas, para iniciar, seguramente, lo anunciado: reformas sustanciales a nivel institucional.
La situación de las universidades en general en el país, no es de las mejores. Nos encontramos en un proceso preocupante de contrarreforma, que tiene poderes ocultos detrás de las acciones que se han puesto en marcha. Todo indica, que esta tendencia, no podrá ser corregida en lo inmediato y, que la vida universitaria, dependerá en lo fundamental en sus propias actorías, vale decir, autoridades, profesores, estudiantes, trabajadores. Pero también, comunidad regional, que deberá estar pendiente de una institución fundamental para la región y las regiones vecinas.
Este contexto significa, liderazgo institucional, que conjugue voluntades y disposiciones de toda la comunidad entera universitaria, para recuperar el dinamismo de una institución llamada a recuperarse desde sus fuerzas y potencialidad internas. Recursos existen, sobre todo humanos, que tienen la capacidad de generar movilización interna y externa, con recursos propios, para revertir adversidades existentes. Con seguridad, el 80 o 90% de los problemas universitarios, pueden ser superados, desde la iniciativa y la voluntad de sus actores.
Sin embargo, otro factor importante, será la capacidad de concertación, que de hecho tiene que ver con el liderazgo de las autoridades electas; pero, igualmente, la voluntad y la disposición de quienes participaron en el proceso electoral, tanto en primera como en segunda vuelta. Los resultados electorales, mayoritarios muestran esta disposición, desde la primera vuelta, que requiere ser canalizada.
Será necesaria entonces, la definición de una agenda de UNIDAD CRISTOBALINA, que será mucho más, que aquellas propuestas que se lanzaron en la campaña electoral, para incorporar otras, que vinieron desde las demás agrupaciones electorales y, otras existentes, en la comunidad universitaria.
Es la hora de la unidad cristobalina, de la concertación, sobre temas fundamentales para la vida universitaria, convocando a docentes referentes, representación de estudiantes, trabajadores y docentes, no para demandar espacios en la gestión, sino, para trazar, apoyar y contribuir en el tratamiento de las líneas maestras de una universidad llamada ser trascendente en la vida social, económica, cultural e inclusive política de la región.
Se tiene todas las condiciones, para hacer de San Cristóbal, la Universidad del BICENTENARIO, de un NUEVO AYACUCHO, desde el gran impulso de sus actores, superando en mucho la indiferencia de sus diversos estamentos, acostumbrados a mantenerse en piloto automático. Esa es la demanda que pesa hoy en el equipo del rector electo, Emilio Ramírez Roca, a quien le deseamos el mejor de los éxitos, que será, el éxito de San Cristóbal, de Ayacucho y el país.
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