EL BICENTENARIO CON JUAN CARLOS TAFUR

EL BICENTENARIO CON JUAN CARLOS TAFUR
Juan Carlos Tafur, es un periodista, columnista y psicólogo peruano. Egresado de la especialidad de Humanidades de la Pontificia Universidad Católica del Perú, es conocido como reportero y analista de opinión de la prensa nacional. Fundador del portal Sudaca, fue el creador del término « derecha bruta u achorada».

Estamos en el año del Bicentenario, y Juan Carlos Tafur, uno de los ´periodistas más influyentes del país, frente a quienes consideran, desde el gobierno nacional, que el bicentenario de la batalla de Ayacucho, es una actividad complementaria, rescata el significado de la fecha y considera que, a partir del 2024, debe diseñarse un plan de integración regional latinoamericana. El 2024, debe significar no el punto de llegada, sino de partida de esta integración, precisa. Leamos la entrevista.

Ayacucho Bicentenario (AB): Son doscientos años del hecho histórico, seguro es el más significativo en la historia del Perú y Latinoamérica. ¿Qué comentario podemos tener de esta fecha?

Juan Carlos Tafur (JCT): Yo creo que es necesario reivindicar, el real Bicentenario del Perú, en la fecha de la batalla de Ayacucho, porque no solamente consolidó la independencia nacional, sino selló la independencia de todo el continente, porque era el último bastión español presente en nuestras tierras.

En esa medida, siempre he sostenido que el real Bicentenario de la Independencia del Perú es el 2024, no el 2021, que, además por las circunstancias, por todos conocidas, nos cogió en medio una pandemia y no se pudo conmemorar a la altura de las circunstancias.

No veo lamentablemente en el gobierno la intención de hacer de esta una conmemoración especial, quizás por los resquemores de la presidenta y de su gabinete de hacer de Ayacucho un punto neurálgico de actividades este año por los conflictos ocurridos el año pasado, que han generado inclusive incidentes, como el recientemente ocurrido.

AB: Yo creo que es imprescindible que se establezca una política de reconciliación sincera con la población ayacuchana. ¿Algo ha enmendado la presidenta?

JCT: Señalar que se va a inhibir el proceso contra las dos señoras involucradas, pero que esto no debe quedar ahí, esto debe suponer no solamente una política de gestos, sino de hechos concretos. Es preciso, que Ayacucho sea en el bicentenario de la independencia el epicentro de la misma, merezca una atención presupuestal importante, significativa.

Hay ya algunas iniciativas privadas que lo están haciendo, como la del Grupo Añaños, 16 pero se requiere la participación del Estado. El Estado de debería invertir en Ayacucho y convertirlo en un polo de desarrollo económico, turístico, cultural. Y la riqueza cultural es impresionante.

Lamentablemente, es un pueblo que ha sufrido históricamente la violencia terrorista, por eso, con mayor razón se debió promover en los gobiernos sucesivos, cosa que no ha ocurrido, una acción presupuestal importante de inversión pública, ¿no?

AB: Claro, ahora, ¿Es trascendencia del Bicentenario, qué significaría; esa iniciativa por dónde sería posible impulsar hoy?

JCT: Yo creo que son varios aspectos. Infraestructura, en primer lugar. Luego salud y educación públicas y en el mismo nivel de importancia. Ayacucho debería convertirse en una ciudad ejemplar, paradigmática, referencial de lo que supone una suerte de plan Marshall de ayuda estatal a una región históricamente olvidada del Perú. En esa medida, yo creo que estamos aún a tiempo de hacerlo, porque, si bien es cierto, ya estamos a inicios del año y no parece haber una política pública en ese sentido.

“Es preciso, que Ayacucho sea en el bicentenario de la independencia el epicentro de la misma, merezca una atención presupuestal importante, significativa… El Estado debería invertir en Ayacucho y convertirlo en un polo de desarrollo económico, turístico, cultural. Y la riqueza cultural es impresionante. Ayacucho debería convertirse en una ciudad ejemplar, paradigmática, referencial de lo que supone una suerte de plan Marshall de ayuda estatal a una región históricamente olvidada del Perú. En esa medida, yo creo que estamos aún a tiempo de hacerlo.”

AB: Como bien se señala, el centenario de la independencia se celebró no solo en el 2021, sino se extendió varios años más.

JCT: Lo mismo podría hacerse ahora, establecer un plan trianual, por ejemplo: 2024, 2027, haciendo de Ayacucho el epicentro de este Plan de Nacional de inversión pública masiva, que mejore la infraestructura pública hoy deficiente; de restaure el patrimonio cultural hoy abandonado; que invierte en salud y educación pública y convierta de Está la vida nacional en esa zona, en una vida digna para los sectores más pobres del país, ¿no? Claro, es hora de impulsar, como usted dice, una especie de plan Marshall. ¿Qué demandaría?

AB: ¿Una iniciativa del ejecutivo, de sectores distintos, de una comisión nacional?

JCT: Yo creo que se debería generar una suerte de comisión nacional del bicentenario de que involucra a los a todos los poderes del Estado y al sector privado para conducir a un plan orgánico, con prioridades establecidas y puntos de inversión determinados claramente. Y ahí hay, de Y creo que posibilidad de convocar al sector privado para que aporte cuadros gerenciales que permitan construir esta agenda de desarrollo. En esa medida, yo sí creo que es una oportunidad propicia para levantar la voz y de hacer de Ayacucho el pivote central, el trampolín o el cimiento principal de lo que debiera ser de más adelante un plan que involucra a todo el sur andino del Perú.

AB: Pero ahora, el hecho ocurrido hace doscientos años, no solo es Ayacucho, sino es el Perú, es Latinoamérica. Y en el Perú también deberíamos estar impulsando grandes esfuerzos de unidad, sobre todo en una situación tan compleja como la que estamos viviendo.

JCT: Así es. Yo creo que hay razones para ser optimista. El Perú ha salido de peores situaciones. Recordemos la década de los del ochenta. Y lo que suponía de violencia política terrorista, de crisis económica espantosa, de migración masiva de peruanos al exterior.

AB: ¿Y el Perú logró enderezarse?, ¿Logró retomar una senda del desarrollo? ¿Y las crisis políticas que estamos padeciendo?

JCT: Yo creo que es pertinente presionar desde la sociedad civil, desde los medios de comunicación, desde los gremios empresariales, de los gremios sociales, etc., para que los gobiernos de locales, regionales, nacional y congreso asuman una tarea de reconstrucción nacional, que recupere la senda del desarrollo perdido y la recuperación, sobre todo, de la confianza nacional en el país, y que no sigan yéndose como el año pasado y el 2022 millones de peruanos que han salido del Perú por la crisis que estamos padeciendo.

AB: A pesar de una crisis infinitamente más leve de la que sufríamos en los ochenta, donde el terrorismo y la hiperinflación nos azotaban.

JCT: No sé. Si hay necesidad de retomar la senda del optimismo, y yo confío de él. El desánimo que hoy existe, se trastoque en un entusiasmo nacional que podría hacer de Ayacucho, su piedra de toque es fundamental.

AB: Claro, el hecho 1824, en realidad, también fue una empresa común latinoamericana. Y lo que pasa en el Perú también se reproduce en otros países de Latinoamérica como Ecuador, la situación de violencia que se está viviendo, y por ahí se habla de la necesidad de un nuevo AYACUCHO.

JCT: No sé qué podríamos ver de eso. Yo sí creo que me parece una buena una buena fórmula simbólica, de lo que podría ser un esfuerzo multinacional de reconstitución de la región, luego de la crisis que está padeciendo. Siendo a nivel regional en términos de seguridad ciudadana, de violencia delincuencial, de ola criminal, etc.

“Yo creo que hay razones para ser optimista. El Perú ha salido de peores situaciones. Recordemos la década de los del ochenta… es pertinente presionar desde la sociedad civil, desde los medios de comunicación, desde los gremios empresariales, de los gremios sociales, etc., para que los gobiernos … asuman una tarea de reconstrucción nacional, que recupere la senda del desarrollo perdido y la recuperación, sobre todo, de la confianza nacional en el país.”

Ayacucho puede ser el centro de eso. Yo creo que la conmemoración del bicentenario debe ser multinacional. Ojalá el gobierno entienda eso y convoque, por ejemplo, para el mes de aniversario en diciembre, a todos los gobernantes de la región, y se haga una gran ceremonia que sea el punto de partida, porque lamentablemente no ha habido preparativos suficientes para lograr consolidar este año el plan ambicioso que propongo, pero podría ser el punto de partida. Establecer una agenda que involucre al sector privado y sectores oficialistas para hacer de esa fecha de la batalla de Ayacucho. El punto de partida multilateral de un nuevo amanecer para la región y para el país y de América Latina.

AB: Pero eso demanda también de compromisos, no solamente del gobierno nacional, sino también regionales, locales.

JCT: Sin duda, sin duda. Los gobiernos regionales y locales tienen que ser parte de ello. Soy muy crítico del proceso de regionalización del modo cómo se ha llevado, pero esa es la realidad. Sobre esa realidad tenemos que trabajar y construir y comprometerlos con la fiscalización debida. Que se comprometan en este plan de desarrollo, este plan Ayacucho, llamémoslo así, que, si bien utiliza el nombre de Ayacucho como símbolo, involucra al país, involucra toda la región latinoamericana.

AB: ¿Las universidades, las empresas?

JCT: Universidades, gremios empresariales, centros académicos, centros culturales, grupos culturales. Inversión de empresas privadas. Los gobiernos locales, distritales, regionales, el gobierno nacional, congreso, instituciones públicas, etc., deberían ser parte de esta gran convocatoria.

AB: A estas alturas, todos sienten que ya el tema no está en agenda, pero ¿usted considera que aún es pertinente?

JCT: Así es. Yo creo que deberíamos ponerlo en agenda y no considerar que se ha perdido el año, sino que es el año de partida, más bien.

AB: Y bastante responsabilidad, sobre todo en comunicación con los periodistas.

JCT: Así es. Yo creo que, lamentablemente, la mayoría de medios están mirando la celebración de la batalla de Ayacucho el 2024 como algo secundario, respecto al 2021. y no es así. En términos reales, la independencia del Perú debería celebrarse este año, 2024, no el 2021.

AB: Y es ahora, cuando la historia nos hace regresar a nuestras fuentes. No solamente el proceso libertario, sino toda la larga historia que tenemos para construir un país con futuro.

JCT: Así es. Y Ayacucho puede ser la puerta de entrada para reinsertar al sur andino histórica y secularmente de abandonado, por la acción pública, en el tejido social peruano.

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