Las quilcas (arte rupestre) de Paqare Machay, el milenario archivo gráfico de Lucanas y Ayacucho
Por Gori-Tumi Echevarría López, arqueólogo. Realizó trabajos de investigación arqueológica en Bolivia, México y Perú, con un interés en las quilcas y el arte rupestre.
El patrimonio cultural del valle del Sondondo, presenta una variedad de riqueza histórica, arquitectónica, arqueológica, y también de fauna y flora que le permite ingresar en la lista indicativa del Patrimonio Mundial de la UNESCO (Paisaje Cultural, 2019). El presente artículo pone énfasis en las quilcas de Paquare Machay, situadas en el corazón del valle, las cuales demuestran la presencia de los prime[1]ros hombres Sondondinos desde hace más de 9 000 años.
Descubierto en el año 1991, el sitio arqueológico de Paqare Machay es uno de los yacimientos con quilcas más complejos y ricos del Perú. El panel principal, muestra decenas de motivos con diseños naturalistas y abstracto-geométricos realizados mediante técnicas de pintura, aplicación de pigmento seco, y rayado de piedras, formando un panel abigarrado y rico en expresiones gráficas de diferentes épocas.
Un reexamen del sitio arqueológico realizado el año 2024 expuso 24 paneles con quilcas que incluyeron diseños relacionados a diferentes épocas históricas del Perú, incluyendo diseños del Periodo arcaico y de la colonia. Los estudios que se están llevando a cabo usando fotogrametría y procesamiento de imágenes han demostrado por variación formal y superposición de motivos, que el panel posee al menos 18 fases de producción, constituyéndose en uno de los sitios con más larga ocupación en los Andes.
El sitio arqueológico
El sitio arqueológico de Paqare Machay se encuentra en la cuenca del río Sondondo, provincia de Lucanas, Ayacucho, cerca de los poblados de Santa Ana de Huaycahuacho, San Diego de Ishua, Ccecca, y Huacaña. A una altura de 4300 m, el sitio se localiza en la región puna, en el límite de la cuenca del Sondondo en su margen derecha, aproximadamente a 6 km al este de Huaycahuacho. Se trata de un afloramiento macizo de roca andesita de 120 m de largo por 30 m de altura aproximadamente, el cual se levanta sobre el talud montañoso superior de la cuenca del Sondondo.
Paqare Machay fue descubierto por el arqueólogo lucanino José Ccencho en 1991 durante una prospección arqueológica a la margen derecha del río Sondondo. En el lugar, este arqueólogo verificó la existencia de un gran panel con quilcas sobre un techo de rocas al interior de un machay de poca profundidad, en un gran farallón de andesita. El año 2024, gracias a una gestión de la Asociación francesa Les Amis du Patrimoine, en coordinación con las autoridades locales y asociaciones limeñas se pudo examinar nuevamente el sitio, descubriéndose 24 paneles con quilcas distribuidas a lo largo del farallón en paneles expuestos y al interior del machay ya mencionado. Debido a su exposición, muchos de gráficos producidos en la antigüedad son actualmente imperceptibles, por lo que se tuvo que usar procesamiento fotográfico especial para recuperar muchas de las imágenes.
Las quilcas de Paqare Machay fueron producidas, al menos, desde 9 a 7 mil años antes del presente, casi sin interrupciones, lo que indica que el sitio ha constituido un importantísimo centro de expresión gráfica en el pasado, por lo cual su importancia histórica es indiscutible. Las quilcas fueron producidas sobre las paredes de rocas planas expuestas, han servido como soporte de una serie extensa de figuras y dibujos hechos en diversas técnicas, y siguiendo diversos patrones gráficos. En este sentido, las quilcas de este sitio fueron producidas mediante diferentes técnicas, destacan[1]do la pintura de diversas tonalidades rojas y ocres, además de diseños en blanco; el dibujo con carbón, y el rayado sobre roca.
Los patrones gráficos descubiertos en el sitio son complejos y variados, destacando los motivos seminaturalistas de gran tamaño (el mayor alcanza los 2.14 m de largo), la descripción de figuras antropomorfas en actitud dinámica y la presencia de elementos geométricos. No se puede dejar de mencionar el extenso set de delineados en carbón y la numerosa super[1]posición de estos elementos en los paneles. Hay que resaltar la extensiva superposición de quilcas, que es uno de los aspectos más relevantes de la historia cultural del sitio, ya que revelan que el yacimiento ha usado como centro de ejecución gráfica, por numerosas veces en el trascurso del tiempo; desde prácticamente los orígenes de la ocupación humana de la zona. Las observaciones en el sitio han permitido documentar al menos 18 fases de producción de quilcas, que son referenciales para los momentos más significativos de expresión gráfica en el sitio.
La secuencia de quilcas
La superposición de las quilcas y su variación formal representativa son claves para inferir que las quilcas de Paqare Machay se produje[1]ron en diferentes momentos, en diferentes fases gráficas. Cada fase, de hecho, en incluye una serie de diseños, agrupados por su relación formal, lo que puede indicar que estos se produjeron siguiendo los mismos parámetros conductuales; cada fase, y la serie gráfica que lo sustente son por tanto indicadores de épocas culturales en la historia del sitio y de la región en conjunto. Las 18 fases advertidas (Ta[1]bla 1), como ya se dijo más atrás, son solo una referencia mínima del nivel de complejidad del sitio a nivel gráficos, muestran tendencias formales representativas y expresan continuidad y cambio en los procesos cognitivos de las poblaciones a través del tiempo.
Las fases 1, 2 y 3 de Paqare Machay son lo que se podría llamar una serie monumental, está conformada por camélidos de gran tamaño (hasta 2.14 de largo), y se distribuyen en la parte alta y baja central del panel, habiendo sido producidas en ese orden (ver Fig. 2). Aunque las tres figuras son parecidas entre si por su diseño naturalista, sus detalles formales son muy contrastados, como se puede ver por las cabezas de estos animales (Fig. 3). Esta es la época I de producción quilcas del sitio. La época 2, conformada por las fases 4 y 5, se caracteriza por la drástica reducción del tamaño de los camélidos; la época 3 (fases 6, 7 y 8) destaca por la introducción de la figura antropomorfa y motivos híbridos (Fig. 4); la época 4 (fases 9, 10 y 11), por la presencia de motivos geométricos, en especial círculos, que se distribuyen por el panel; la época V (fase 12), por ser un momento enteramente colonial, con personajes con vestidos, posiblemente S. XVIII; mientras que la época VI (fases 13, 14 y 15) es notable por la extensiva presencia de figuras y delineados con carbón. La época VII (fases 16 y 17) se conforma por motivos geométricos por rayado de piedras; y finalmente la época VIII es el tiempo actual, donde destacan los grafitis.
Conclusiones
La cuenca del Sondondo y la provincia de Lu[1]canas han recibido atención arqueológica en el pasado, pero la mayoría de estas investigaciones se han centrado en estudios de área y sitios específicos, los que reflejan muy pocas ocupaciones culturales en el tiempo, una o dos generalmente. En esta perspectiva existen muy pocos sitios arqueológicos como Paqare Machay, que expongan de forma tan contundente, a través de las más puras expresiones artísticas, un cúmulo de ocupaciones culturales en un solo lugar, y en un lapso temporal no menos a los 9 mil años. La información que este sitio posee es intrínsicamente de una notable importancia, y con investigación sistemática, el aporte que estos monumentos pueden hacer al conocimiento del pasado, a través de la arqueología y la historia de arte es de gran trascendencia.
Hasta el momento, puesto que las investigaciones continúan, podemos ver que Paqare Machay durante el periodo arcaico, es parte de la esfera de interacción de los grupos humanos que interactúan en las zonas altoandinas y valles mesotérmicos, lo que se refleja en el dibujo de grandes camélidos con cualidades gráficas diferenciadas. Esta tendencia cambia drásticamente cuando se reducen el tamaño de los camélidos y se altera sus cualidades formales. Otro momento de cambio drástico se da en la fase 6 cuando se introducen las figuras antropomorfas, y es el hombre el eje central de la representación; lo mismo sucede en la fase 9 cuando son los motivos geométricos los temas centrales de las representaciones. Durante la colonia sorprenden los tipos de expresión seminaturalista y minimalista; que es la última etapa de una gráfica representativa. En algún momento de este periodo se cambia a un patrón delineado y nuevamente otra tendencia geométrica hasta la llegada de los grafitis con la escritura cursiva y las referencias contemporáneas. Aunque la secuencia todavía debe refinarse aún más, la pregunta que debemos hacernos es, ¿por qué se han dado estos cambios?, ¿qué significan? Con más investigación, pronto tendremos estas respuestas.
No obstante que la investigación debe continuar, podemos reafirmar que Paqare Machay es uno de los sitios con quilcas más importantes del país. Su descubrimiento ha significado un aporte sustancial a la arqueología y la historia de la cuenca del río Sondondo, la provincia de Lucanas y departamento de Ayacucho en conjunto; y la resolución de sus fases gráficas y de ocupación van a significar una importante contribución a la compresión del desarrollo cognitivo de las poblaciones originarias de la cuenca del río Sondondo, llenado un vacío de miles de años en la historia cultural de este territorio.
